05 abril 2008

La obra de tu vida

Desde mi corazón, este regalo para ti...



Si ...

Si la obra de tu vida puedes ver destruida y, sin decir palabra, volver a comenzar; o perder de un golpe la ganancia de cien sin un gesto ni un suspiro...Si pudieras ser amante sin estar loco de amor; si ,consigues ser fuerte sin dejar de ser tierno y, sabiéndote odiado, no odias a tu vez y sigues luchando para defenderte... Si puedes escuchar tus palabras falseadas por los pícaros para excitar a los tontos y oír cómo sus lenguas te calumniansin que tú mismo mientas... Si a los amigos que has elegido amas como hermanosy a los hermanos que te han tocado tratas como amigos sin que ninguno te absorba y a todos consideres... Si admites del amigo la posible pérdida y del ser querido el posible fallo, pero los sigues amando y, porque los comprendes, no necesitas perdonarlos ya que no los culpas... Si puedes seguir siendo digno aunque seas popular; si consigues ser pueblo y tratar a los reyes, si la frustración diaria no te hace daño y su lección aprendes... Si alcanzas el triunfo después de la derrota y acoges con igual calma ambas mentiras, si puedes conservar tu valor y tu cabeza cuando los demás la pierdan... Si sabes meditar; observar; conocer; sin llegar nunca a ser destructor o escéptico; soñar, mas no dejar que el sueño te domine; pensar sin ser sólo un pensador…Si puedes ser severo y dominar tu cólera,si puedes ser audaz sin ser imprudente, si consigues ser bueno y llegar a sabio sin imponer tu moral ni ser pedante... Si crees que la vida merece vivirse y que la humanidad va hacia un mundo mejor; si llenas el minuto más implacable de sesenta segundos de lucha…Si ahora que me has leído no te amilanas, valoras la dificultad de la empresa y te dispones a intentarla cada día con humildad; constancia, fe y esperanza... Entonces, los dioses, los reyes, la suerte y la victoria serán tus vasallos. Pero más que la gloria y los reyes, más que la Tierra y su riqueza;serás hombre, hijo mío. Y eso lo vale todo. Morirás igualmente pero vivirás mejor, y el aroma de tu bondad ahuyentará tu soledad; ya que estarás pleno de Dios...
Rudyard Kipling